23-01-07

Algunas frases de A. Breton

-El hombre, soñador sin remedio al sentirse de día en día más descontento con su sino.
-En la infancia, la ausencia de toda norma conocida.
-Luzca el sol o este negro el cielo, siempre seguiremos adelante jamás dormiremos.
-La imaginación no puede cumplir mucho tiempo esta función subordinada, y cuando alcanza aproximadamente la edad de veinte años prefiere, por lo general, abandonar al hombre a su destino de tinieblas.
-Amada imaginación, lo que mas amo en ti es que jamás perdonas.
-Únicamente la palabra libertad tiene el poder de exaltarme. Me parece justo y bueno mantener indefinidamente este viejo fanatismo humano.
-Es preciso reconocer que se nos ha legado una libertad espiritual suma. A nosotros corresponde utilizarla sabiamente.
…Queda la locura, "la locura que solemos recluir", como muy bien se ha dicho. Esta locura o la otra...... Todos sabemos que los locos son internados en razón de un reducido numero de actos jurídicamente reprobables, y que, en ausencia de estos actos, su libertad.... no seria puesta en tela de juicio. Estoy plenamente dispuesto a reconocer que los locos son, en cierta medida, víctimas de su imaginación, en el sentido de que esta les induce a quebrantar “ciertas reglas”, reglas cuya trasgresión define la calidad del loco, lo cual todo ser humano ha de procurar saber por su propio bien. Sin embargo, la profunda indiferencia de que los locos dan muestras con respecto a la crítica de que les hacemos objeto, por no hablar ya de las diversas correcciones que les infligimos, permite suponer que su imaginación les proporciona grandes consuelos, que gozan de su delirio lo suficiente para soportar que tan solo tenga validez para ellos. Y, en realidad, las alucinaciones, las visiones, etcétera, no son una fuente de placer despreciable. La sensualidad más culta goza con ella, y me consta que muchas noches acariciaría con gusto aquella linda mano que, en las ultimas paginas de la Intelligence, de Taine, se entrega a tan curiosas fechorías. Me pasaría la vida entera dedicado a provocar las confidencias de los locos. Son gente de escrupulosa honradez, cuya inocencia tan solo se puede comparar a la mía…
-No será el miedo a la locura lo que nos obligue a bajar la bandera de la imaginación.
-Porque el hombre, sea quien sea, me resulta un adversario de escaso valor.
-La insoportable manía de equiparar lo desconocido, a lo clasificable domina todos los cerebros. El deseo de análisis impera sobre los sentimientos.
-Todavía vivimos bajo el imperio de la lógica.
-Con toda justificación Freud ha proyectado su labor critica sobre los sueños, ya que, efectivamente, es inadmisible que esta importante parte de la actividad psíquica haya merecido, por el momento, tan escasa atención. y ello es así por cuanto el pensamiento humano, por lo menos desde el instante del nacimiento del hombre hasta su muerte, no ofrece solución de continuidad algunas, y la suma total de los momentos de sueño, desde un punto de vista temporal, y considerando solamente el sueño puro, el sueño de los periodos en que el hombre duerme, no es inferior a la suma de los momentos de realidad, o, mejor dicho, de los momentos de vigilia.
-¿Cuando llegara, señores lógicos, la hora de los filósofos durmientes?
-Quisiera dormir para entregarme a los durmientes, del mismo modo que me entrego a quienes me leen, con los ojos abiertos, para dejar de imponer, en esta materia, el ritmo consciente de mi pensamiento.
-Envejezco, y quizás sea el sueño, antes que esta realidad a la que creo ser fiel, y quizás sea la indiferencia con que contemplo el sueño, lo que me hace envejecer.
-Creo en la futura armonización de estos dos estados, aparentemente tan contradictorios, que son el sueño y la realidad, en una especie de realidad absoluta, en una sobrerrealidad o surrealidad, si así se la puede llamar. Esta es la conquista que pretendo, en la certeza de jamás conseguirla, pero demasiado olvidadizo de la perspectiva de la muerte para privarme de anticipar un poco los goces de tal posesión.
-El hombre propone y dispone. Tan solo de él depende poseerse por entero, es decir, mantener en estado de anarquía la cuadrilla de sus deseos, de día en día más temible. Y esto se lo enseña la poesía. La poesía lleva en si la perfecta compensación de las miserias que padecemos.
-¡Se acercan los tiempos en que la poseía decretara la muerte del dinero, y ella sola romperá el pan del cielo para la tierra!
-"¡Si! Creo en la virtud de los pájaros. Y basta una pluma para hacerme morir de risa."

1 comentario:

Dadá dijo...

Hay que proliferar seres como Breton.
Me gustó lo que hiciste, se agradece =).